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Bill Ryder - Jones. El familiar sonido de un corazón roto.

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¡Bill Ryder - Jones es el Syd Barret de nuestra época!  No, no estoy loco, pero a mi parecer  y guardando todas las proporciones, lo es. Sé que es arriesgado empezar  con esta sentencia, sin embargo  tienen algunos paralelismos que me hacen creer lo anterior: Ambos fueron miembros fundadores de grandes bandas, ambos  las  abandonaron por problemas mentales y ambos se  refugiaron en casa, con sus madres. El diamante loco jamás regresó de su viaje astronómico,   por fortuna Bill Ryder - Jones poco a poco pudo recuperarse, salir de la depresión y controlar la ansiedad que le generaban los grandes conciertos, su cura fue la música. Estando en casa, alejado totalmente de lo que seguía haciendo  The Coral, empezó a obsesionarse con la música clásica y así  a manera de  terapia espiritual fue creando  poco a poco pequeñas piezas instrumentales, que a la larga se convirtieron en una especie de soundtrack  imaginario (ya que no existe película alguna) para la novela  “if on a winter´s ni

Ian Curtis. Condenado a arder.

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     Nadie sabe el momento exacto en el que se tensó la cuerda.  Si fue cuando The Idiot de Iggy Pop apenas empezaba o ya iba a la mitad, si Stroszek de Werner Herzog ya había terminado o estaban apenas las tomas iniciales. Nadie lo sabe. Lo que todos sabemos es que  el tendedero  se tensó con la fuerza suficiente para arrancar  la vida de Ian Kevin Curtis y al mismo tiempo convertirlo en leyenda. He estado esperando por una guía que llegue y me tome de la mano. ¿Podrían estás sensaciones hacerme sentir los placeres de un hombre normal? Tales  sensaciones apenas me interesan para sentirlas otro día Tengo el espíritu, pierdo el sentimiento, llévate la conmoción lejos. Joy División poco a poco era reconocido en UK, estaban a días de iniciar su primer gira por U.S.A.  y a meses de  que su segundo álbum se editara, solo unos pasos más y se convertirían en unas estrella de rock; en un mundo normal eso parece perfecto, el sueño de muchos al alcance de pocos. En el mund

Corona Capital 2017. 5 bandas que valen la pena ver.

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     El día de ayer se acabaron las especulaciones, rumores y carteles falsos respecto a la alineación de festival Corona Capital 2017. Y no, ¡no viene Gorillaz!,  que muchos daban como un hecho. Considerando la gran cantidad de actos y festivales que por suerte hemos tenido  y tendremos este año creo que los organizadores esta vez  tuvieron que esforzarse demasiado para  formar un cartel acorde a los altos niveles que han manejado en las ediciones anteriores y el resultado final es: bueno … pero a secas. Obviamente el veredicto emitido arriba es totalmente subjetivo, cortesía de su Godín servidor.  En cuanto a los headliners principales (Foo Fighters y Green Day)  considero que son los peores que ha tenido este festival, y si ellos son el la carta fuerte para ir este año, entonces me  surge la pregunta: ¿valdrá la pena  ir al Corona Capital 2017 y pagar el manchadísimo precio de los boletos? La respuesta es un: sí, si vale la pena. Mis razones  son las siguientes: 1.  

Rock en tu idioma Sinfónico: La nostalgia nos hace felices.

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     Si consideramos que el movimiento  llamado “rock en tu idioma” fue creado (por una compañía discográfica) a mediados de los años 80´s y que en esas fechas  su Godinez servidor apenas estaba por nacer; es obvio que no me tocó vivir absolutamente nada  de aquellos años. Las canciones y las bandas las fui descubriendo  muchos años después, cuando  ya la mayoría de esos grupos, tanto argentinos, españoles y mexicanos  no existían. Aunque posteriormente las grandes bandas de esa época volvieron a reunirse y salir de gira,  y así pude ver a muchas de ellas, varios de los éxitos del “rock en tu idioma”, sobre todo de bandas menores, quedaron  en el limbo, entre el olvido y la nostalgia, entre el recuerdo y las ganas de poder escucharlas al menos una vez en vivo. Sabo Romo fue consciente de esta necesidad de más de una generación y formó un combo con varios de los  protagonistas del movimiento, los juntó, agregó  una orquesta sinfónica  y dio con el antídoto a la  nostalgia rocke

Arctic Monkeys: 10 años de la peor pesadilla favorita.

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     Cuando una banda debuta con un álbum que impresiona y conquista, no solo al público, sino a la prensa especializada, estará atenida al surgimiento de un enemigo con el poder de consolidar o destruir su carrera; de convertirla en una banda símbolo de una generación o de hacerla solamente recordada por un efímero éxito. Ese enemigo surgirá recién salga su segundo material: “la maldición del segundo álbum”. En el 2006 y precedido de un éxito sin precedentes en las entonces nacientes redes sociales –particularmente en My Space–, los Arctic Monkeys conquistaron el Reino Unido y gran parte del mundo con el espectacular Whatever People Say I Am, That's What I'm Not . Los exagerados halagos y calificativos con los que la prensa de las islas definía al disco y a la banda, hacían que cayera una presión enorme sobre cuatro tipos de Sheffield que apenas superaban los veinte años de edad. Una de las primeras víctimas de este desmedido hype fue Andy Nicholson, bajista original de

El obsoleto Tri de Alex Lora

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Posiblemente al día de hoy, ir a un concierto del TRI, con todo y su mítico ‘gritante’, Alex Lora, ya no suena tan atractivo. Sin embargo, si el costo del boleto es de 20 pesos y el de la cerveza 50, se convierte en buen pretexto para reunirte con amigos  y cantar muchas canciones que sabes de memoria, aunque se trate de un lunes. Con una lentísima revisión y las interminables filas que eso provoca, logré entrar al recinto justo cuando los primeros guitarrazos empezaban a escucharse. En un lugar abarrotado, lo difícil fue encontrar a ‘mi bandita’ (hablando como buen fan del TRI). Los encontré. El plan salía de acuerdo a lo planeado. Sin embargo, pronto me di cuenta que no sería una noche fácil. El TRI es una banda histórica; una referencia cuando se habla de rock hecho en México. El problema es que iniciaron valientemente; mentándole la madre a los hijos del  entonces presidente Díaz Ordaz y actualmente hacen canciones a la memoria de Juan Pablo II. Alex Lora y su ‘domador

Sigur Rós en México: La brutalidad cargada de belleza

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             En el ya lejano 2008, el sorprendente cartel del Festival Colmena anunciaba a su headliner: Sigur Rós. Ya en Tepoztlán, de la incredulidad de tener enfrente a la banda islandesa, se pasó a la decepción en tan solo 3 o 4 canciones. Orry Páll, el baterista; presentó problemas físicos, los cuales hicieron que el concierto fuera, aunque mágico,  muy breve  y algo improvisado. Desde entonces  la banda, pero principalmente Orry, me quedaron a deber algo. Cuando se anunció que en abril del 2017 estarían nuevamente en México, sabía que sería el momento exacto de pagar esa deuda. Los boletos para la primera fecha, del lunes 3 de abril, se terminaron tan solo hacer el anuncio que estaban ya a la venta. Aunque se esperaba lo mismo para el segundo concierto el martes 4; la verdad es que 15 minutos antes de iniciar el concierto se veía un Auditorio Nacional con más asientos vacíos que asistentes. Ya dentro del recinto había una extraña neblina que cubría el escenario, como si